Animismo es un sustantivo masculino. El término procede del latín animus que significa "aliento vital, alma, espíritu".

El significado de Animismo se refiere, en el campo de la Filosofía y la Medicina, como una doctrina en la que se considera que el alma es el principio o causa de cualquier fenómeno vital y psíquico.

El animismo suele explicarse como la idea de que todas las cosas -ya sean personas, animales, accidentes geográficos, objetos inanimados e incluso fenómenos naturales- están dotadas de un espíritu que las conecta entre sí.

En antropología, este concepto sería un constructo que se utiliza para encontrar rastros de espiritualidad entre diversos sistemas de creencias.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, el animismo no se considera una religión, sino una característica de diversas creencias .

En resumen, el animismo es la creencia de que todo tiene alma o espíritu, anima Los animistas creen que cada persona es un animal, una planta, una roca, ríos, estrellas, montañas, lo que sea. anima es un espíritu con un gran poder que puede ayudar o perjudicar, y que debe ser adorado, temido o incluso reconocido de alguna manera.

Según Tylor (1832-1917), el animismo sería el estadio inicial de la evolución humana, en el que el hombre, visto como primitivo, cree que todas las formas identificables de la naturaleza están dotadas de alma y de actividades voluntarias.

Dentro de la Psicología y la Educación, según el cognitivismo de Piaget (1896-1980), el animismo se conceptualiza como la fase inicial del desarrollo intelectual del niño.

El término "animismo" se acuñó por primera vez en el año 1871, y se considera un aspecto fundamental para muchas religiones antiguas, especialmente las culturas tribales indígenas.

En la actualidad, el animismo puede señalarse de diferentes maneras dentro de las principales religiones del mundo contemporáneo.

¿Cuál es el origen del animismo?

Para los historiadores, el animismo es algo esencial para la espiritualidad humana, y su origen se remonta incluso al Paleolítico y a los homínidos que existían en esa época.

En términos históricos, muchos filósofos y líderes religiosos han intentado definir la experiencia espiritual humana.

Hacia el año 400 a.C., Pitágoras reflexionó sobre la conexión y unión entre el alma individual y el alma divina, afirmando su creencia en un "alma" que engloba a humanos y objetos.

Es muy probable que Pitágoras fuera el perfeccionador de tales creencias, ya que estudió con los antiguos egipcios, un pueblo que veneraba la vida en la naturaleza y la personificación de la muerte, factores que indican fuertes creencias animistas.

En "Sobre el alma" de Aristóteles, publicado en el año 350 a.C., el filósofo conceptualiza a los seres vivos como cosas que albergan un espíritu.

Gracias a estos antiguos filósofos, existe la idea de una animus mundi Tales ideas sirvieron de objeto al pensamiento filosófico y más tarde científico, que tardó siglos en definirse claramente a finales del siglo XIX.

A pesar de que muchos pensadores deseaban identificar una conexión entre el mundo natural y el sobrenatural, la definición que hoy conocemos de animismo tardó en acuñarse, y ésta no llegó hasta 1871 con Edward Burnett Tylor que utilizó la palabra en su libro "Cultura primitiva" para identificar las prácticas religiosas más antiguas.

El animismo en las religiones

Gracias a la obra de Tylor, la perspectiva del animismo está muy relacionada con las culturas primitivas, aunque también se pueden encontrar elementos del animismo en las principales religiones del mundo moderno y organizado actual.

Un ejemplo es el sintoísmo, la religión tradicional de Japón, practicada por más de 110 millones de personas. Esta religión se caracteriza por la creencia en espíritus, llamados kami Se trata de una creencia que vincula el sintoísmo moderno y las antiguas prácticas animistas.

En Australia, en las comunidades tribales indígenas existe una fuerte conexión totemista (en referencia al totemismo). El tótem, normalmente una planta o un animal, está dotado de poderes sobrenaturales y se considera reverentemente un símbolo de la comunidad tribal.

Existen tabúes sobre tocar, comer o hacer daño a ese tótem en particular, porque, para el totemismo, la fuente del espíritu del tótem no es un objeto inanimado, sino una entidad viva, ya sea planta o animal.

Enfrente están los inuit, un pueblo esquimal presente en la región ártica, desde Alaska hasta Groenlandia, que cree que los espíritus pueden tomar posesión de cualquier entidad, independientemente de que sea un objeto animado o no, vivo o muerto.

La creencia en la espiritualidad es una cuestión mucho más amplia, delicada y holística, porque el espíritu no depende del ser (vegetal o animal), sino al contrario: es el ente el que depende del espíritu que lo habita.

Véase también:

Significado de la filosofía moderna