Autoestima es una palabra formada por dos palabras que proceden del griego: auto se refiere a la persona, a uno mismo, mientras que estima En pocas palabras, autoestima significa "el amor que te das a ti mismo".

La autoestima es un concepto considerado muy importante hoy en día, pero a pesar de ello, la mayoría de la gente desconoce qué es realmente para la psicología, y lo compleja que puede llegar a ser, mucho más allá de tenerla o no, o tenerla alta o baja.

Por eso, en este texto, entenderemos mejor la autoestima en psicología, las consecuencias de tenerla alta o baja y algunos consejos para desarrollarla o mantenerla. Así que, ¡sigue leyendo!

La autoestima según Freud

El médico austriaco Sigmund Freud teorizó en el siglo XIX que nuestra mente se divide en consciente e inconsciente. Y en el inconsciente hay tres estructuras esenciales para nuestra personalidad:

• Id: nos acompaña desde el nacimiento y es responsable de los instintos más primitivos del ser humano, relacionados con la supervivencia, la reproducción y el placer. En pocas palabras, es la parte de la psique que alberga nuestros deseos.

• Ego: Puede definirse como la conciencia del yo. Con el tiempo, aprende a mantener un equilibrio entre los deseos del id irrealista y las prohibiciones del superego moralista, es decir, busca posibles soluciones para satisfacer los deseos sin desviarse de lo que el individuo cree moralmente correcto. También tiene una función protectora, desencadenando mecanismos dedefensa contra los pensamientos reprimidos en el inconsciente, para evitar que lleguen al consciente cuando el individuo aún no está psicológicamente preparado para afrontarlos.

• Superego: Si hace algo que considera incorrecto, el superego puede atormentarle con la culpa, pero esta relación no siempre es directa, es decir, fácil de entender.

Así, para Freud, la autoestima es la medida de la influencia del yo en la personalidad, porque es el equilibrio entre el yo anárquico y el superyó represivo.

La base fundamental de la autoestima

Muchos psicólogos han ampliado el concepto de autoestima y han llegado a sus cuatro fundamentos, que serían:

• Autoaceptación: Te cuidas porque te gustas, y tus elecciones lo reflejan. Te sientes a gusto en tu propio cuerpo. Eres una buena compañía para ti mismo.

• Confianza en uno mismo: Es la convicción de que eres capaz de hacer lo que te propones, aunque no siempre consigas los resultados esperados. Te sientes competente para tomar tus propias decisiones y hacer lo que decides, sin importarte los juicios de los demás, precisamente porque confías en tus propias capacidades.

• Competencia social: se refiere a su capacidad para mantener contactos con otras personas, manejar bien las relaciones difíciles, buscar conocer gente nueva siempre que quiere y saber regular sus relaciones con su necesidad de soledad.

• Red social: Habla del círculo de relaciones y afectos que tienes a tu disposición, que empieza con tu familia en la infancia y crece con las relaciones que se producen a lo largo de la vida. Es saber que tienes personas con las que puedes contar, y que ellas también pueden contar contigo.

De ellos, los dos primeros pilares pertenecen a la esfera intrapersonal y los otros dos a la interpersonal.

Baja autoestima

En otras palabras, más que un concepto, es un proceso de maduración personal que nunca se detiene, es diferente para cada persona y no es lineal.

Hoy en día, se sabe que los niños que crecieron en hogares donde sufrieron algún tipo de abuso físico, psicológico, mental o incluso sexual, muy probablemente desarrollaron esta característica de forma negativa, que es lo que se denomina "tener baja autoestima".

He aquí algunos síntomas de baja autoestima:

• Piensan que siempre tienen que complacer a los demás para merecer amor, porque no creen que puedan conseguirlo por el mero hecho de ser quienes son (complejo de inferioridad). Así, se ponen en situaciones como no poder decir nunca que no, permanecer en relaciones abusivas o trabajos poco estimulantes porque piensan que no van a conseguir nada mejor, llevar muy mal el rechazo o el abandono (por ejemplo, de la parejaamor) al depender completamente de alguien, desarrolla celos malsanos, etc;

• Puede desarrollar alguna adicción o compulsión, como abuso de drogas (legales o ilegales), atracones, entre otras;

• Algunos muestran su ira con mucha violencia, hacia los demás o hacia sí mismos, lo que puede desembocar en agresiones verbales y físicas;

• Siempre está compitiendo y comparándose con los demás. A veces necesita humillar a alguien para sentirse mejor;

• Exigencias poco realistas de perfección para uno mismo o para los demás;

• Necesitas que los demás te alaben para sentirte bien contigo mismo;

• No manejan bien las críticas: puede que nunca vean sus propios errores, que siempre culpen a los demás o a factores externos de lo que no sale según lo planeado, o que se derrumben ante cualquier crítica, enfadándose o desesperándose.

Es bueno recordar que la alta autoestima tampoco es buena, porque nos vuelve tan arrogantes que no vemos nuestros defectos, nos creemos invencibles y con derecho a lo que en realidad no merecemos, lo que puede llegar a ser tan perjudicial, para nosotros y para los demás, como la baja autoestima.

Buena autoestima

Lo que ocurrió en el pasado de cada uno de nosotros influye en el desarrollo de nuestra autoestima, por supuesto, pero no es sólo esto lo que la determina, siempre tenemos la posibilidad de mejorarla. Una autoestima equilibrada es el resultado de bucear en nosotros mismos, porque sólo así seremos conscientes de nuestros puntos positivos y negativos; éstos a veces se pueden mejorar, a veces no, y no pasa nada.

Echa un vistazo a algunos consejos para iniciarte en este camino, y mantenerte en él:

• Revisa los momentos en los que cometiste errores o en los que sientes vergüenza, intentando relacionarlos con tu historia y tus posibilidades. El objetivo es que algún día puedas perdonarte por ellos, para deshacerte de la culpa y de las creencias limitantes. Si no puedes hacerlo por ti mismo, busca un psicólogo. Además de soltarte, puedes crear o descubrir en ti mismo herramientas para hacer frente a la culpa, la autocríticafrustración y humillación;

• Haz una lista de los aspectos de tu carrera de los que te sientas orgulloso, ya sean logros, experiencias que te hayan marcado, características personales... No te avergüences de celebrarlo cada vez que puedas añadir algo a esta lista;

• Establece tus prioridades en la vida. Ellas dirigirán tus decisiones a partir de ahora;

• Si tienes ganas de decir que no, ¡di que no! Practica diciendo las verdaderas razones de tu actitud, para que te acostumbres y los demás comprendan que no siempre estás a su disposición por razones justas;

• Cuida tu salud. Por ejemplo, elige una actividad física que te guste. Una de sus grandes ventajas es la liberación de sustancias químicas generadoras de placer en el cuerpo y el cerebro;

• Sea consciente de las cosas que le gusta hacer e intente hacerlas siempre que pueda;

• Aléjate, en cuanto puedas, de personas o entornos que te depriman;

• Ya no intentes encajar en un estándar de expectativas de los demás, porque eso es traicionar lo que eres. En lugar de eso, piensa que todo el mundo ya ha sido rechazado por alguna razón, y que los que te quieren de verdad te aceptan tal y como eres.