Sólo sé que no sé nada es un frase del filósofo griego Sócrates .

El significado de Sólo sé que no sé nada hace un reconocimiento de la propia ignorancia de Sócrates, es decir, reconoce su propia ignorancia.

Mediante la paradoja socrática, el filósofo negó categóricamente la posición de maestro o gran conocedor de cualquier saber.

Lógicamente, al afirmar que no sabe nada, Sócrates ratifica el hecho de que tampoco tiene nada que enseñar.

Algunos filósofos y pensadores no creen que Sócrates dijera la frase de esta manera, sin embargo no hay duda de que el contenido procede realmente del filósofo griego.

Otras personas, sin embargo, afirman que Sócrates no fue el responsable de tal frase, porque no se encuentra en las obras de Platón -el alumno más conocido de Sócrates-, ya que se supone que estas obras contienen todas las enseñanzas del maestro filósofo.

Se cree que la frase pudo ser pronunciada durante una conversación con los atenienses, que no poseían muchos conocimientos. En el diálogo con los habitantes de Atenas, Sócrates hizo la afirmación de que no sabía nada noble ni nada bueno.

Algunos autores comentan que estos dichos demuestran que la confesión de ignorancia de Sócrates muestra su lado humilde, mientras que otros indican que el concepto de humildad sólo surgió con el cristianismo, no habiendo sido abordado con Sócrates.

Muchos pensadores también han debatido la postura de Sócrates, afirmando que dicha frase se utilizaba como ironía o también como estrategia didáctica para enseñar y captar la atención de los oyentes.

Otra versión explica que la expresión "Sólo sé que no sé nada" la dijo Sócrates cuando el oráculo declaró que el filósofo era el hombre más sabio de Grecia.

Aunque tal frase no está recopilada en los escritos de Platón, su contenido es compatible con todos los pensamientos que Sócrates predicaba.

Sócrates coleccionó innumerables enemigos por ser capaz de reconocer humildemente su descubrimiento. Tales individuos le acusaron de aprovecharse de la retórica para crear mentiras.

A la edad de 70 años, Sócrates fue llevado a juicio acusado de provocar el orden público, al animar a los atenienses a no creer en los dioses y también de corromper a los jóvenes con sus métodos de interrogatorio.

Sócrates tuvo la oportunidad de retirar sus ideas, pero se mantuvo firme con sus tesis. Su condena fue beber una copa de veneno.

En su juicio, Sócrates pronunció la siguiente frase: "La vida irreflexiva no merece ser vivida".

Explicación de la frase Sólo sé que no sé nada

La frase de Sócrates "Sólo sé que no sé nada" engloba dos tipos opuestos de conocimiento: el tipo de conocimiento que se encuentra a través de la certeza y el otro conocimiento que se encuentra a través de la creencia justificada.

Sócrates se considera ignorante, ya que no tiene certezas, dejando claro que el conocimiento absoluto sólo existía en los dioses.

La frase significa que no se puede saber algo con absoluta certeza, pero obviamente no significa que Sócrates no supiera absolutamente nada.

La frase histórica fue extraída después de que Sócrates se diera cuenta de que todo el mundo creía que el filósofo tenía un profundo conocimiento de algún tema, cuando en realidad no era exactamente así.

La sabiduría del pensador griego residía en no alimentar ninguna ilusión sobre el propio conocimiento.

A través de esta frase, un individuo puede entender, aprender y adoptar una forma de vida diferente, después de todo, asumir que no se tiene conocimiento sobre algo sería mejor que hablar sin saber.

Una persona que cree saber mucho generalmente tiene pocas ganas o tiempo para aprender más.

Por otro lado, los que saben que no saben suelen sentir el deseo de cambiar esta situación, mostrando siempre el deseo de aprender más.

Método socrático

Fue una metodología para la búsqueda del conocimiento, creada por Sócrates, también llamada dialéctica.

A través de él, Sócrates utilizó el diálogo como medio para llegar a la verdad.

Es decir, mediante una conversación entre el filósofo y una persona (que decía dominar un tema determinado), Sócrates hacía preguntas al interlocutor hasta que éste llegaba a una conclusión.

Por lo general, el filósofo era capaz de demostrar al interlocutor que no sabía nada o muy poco sobre el tema en cuestión.

Por regla general, Sócrates sólo examinaba e interrogaba las oraciones que pronunciaba el interlocutor.

Mediante tales preguntas se establecía el diálogo y el filósofo interpretaba las verdades de aquel interlocutor que estaba convencido de saberlo todo sobre aquel tema. Provocando e instigando al interlocutor, Sócrates sólo dejaba de interrogarle cuando él mismo llegaba a una respuesta.

Ciertos filósofos comentan que Sócrates utilizaba dos pasos en su método: la ironía y la mayéutica.

La ironía, como primer paso, consistía en admitir la propia ignorancia para profundizar en la verdad y destruir el conocimiento ilusorio, mientras que la mayéutica se asocia al acto de clarificar o "dar a luz" el conocimiento en la mente de un individuo.