Relativismo cultural es un punto de vista, muy asimilado en el campo de la Antropología, que percibe las diversas culturas libre de etnocentrismo. En otras palabras, el observador imbuido de este punto de vista trata de evitar juzgar a otras personas a través de su propia visión del mundo y sus experiencias.

Como es de esperar, para definir adecuadamente el concepto de relativismo cultural, es útil comprender conceptos como relativismo, cultura, entre otros.

Según la Stanford Encyclopedia of Philosophy, el relativismo se define, a grandes rasgos, como la opinión de que la verdad y la falsedad, lo correcto y lo incorrecto, las normas de razonamiento y los procedimientos de justificación son producto de prácticas y condiciones de evaluación distintas, cuya autoridad reside en el contexto de origen.

La cultura, sustantivo del que deriva el adjetivo cultural, puede definirse como "el conjunto de creencias, valores, formas de organización social y productos materiales de un grupo social, religioso o racial".

El relativismo cultural es, por tanto, la comprensión de que una cultura es autoridad en sí misma, y que las distintas sociedades presentan costumbres, creencias y valores diferentes, que pueden sorprender o incluso chocar a los observadores externos.

El objetivo del relativismo cultural es permitir que la investigación de las ideas, creencias y costumbres de una población se lleve a cabo de forma científica, incluso en el caso de elementos culturales que causen extrañeza al investigador. Presupone, por tanto, que el observador se despoje, en la medida de lo posible, de los prejuicios y condicionamientos de su cultura.

Un ejemplo de la aplicación del relativismo cultural puede verse en el estudio de comunidades nativas que presentan costumbres y creencias diferentes de las comunes en las sociedades de las que proceden los investigadores. O el reconocimiento por parte de un investigador occidental del hecho de que, en algunos países asiáticos, los perros se utilizan como alimento, algo ajeno a los hábitos de la mayoría de los occidentales.

El concepto de relativismo cultural no sólo puede ser útil para recopilar y analizar datos de sociedades distintas de la del observador, sino que también puede permitir a una sociedad desarrollar un enfoque más comprensivo e integrador de los individuos o grupos que en ella se comportan de forma distinta a lo que se espera o a lo que se considera generalmente aceptable.

Aunque Franz Boas, antropólogo estadounidense de origen alemán, nunca utilizó la expresión "relativismo cultural", que sólo se popularizó tras su muerte, lo que hoy se entiende por relativismo cultural puede considerarse una síntesis de sus ideas, popularizadas por sus alumnos.

La relación entre antropología y relativismo cultural es la misma que existe entre una ciencia y una postura epistemológica (es decir, relativa al conocimiento y a los medios para adquirirlo).

Etnocentrismo y relativismo cultural

Para entender mejor qué es el relativismo cultural, conviene ahondar en la relación entre éste y el etnocentrismo.

Desde finales del siglo XIX, mientras la Sociología estudiaba las consecuencias del auge y desarrollo del capitalismo industrial en las sociedades industrializadas, la Antropología estudiaba a los pueblos de sociedades alejadas de los grandes centros urbanos occidentales, pueblos con costumbres muy diferentes a las de las sociedades industrializadas capitalistas.

Las sociedades se dividían en superiores e inferiores, estas últimas ordenadas y consideradas como avanzadas cuanto más se parecían a las sociedades occidentales "superiores". El relativismo cultural surgió como reacción a este etnocentrismo que dominaba la antropología.

La visión etnocéntrica, recuérdese, es la del observador que establece su sociedad como norma de juicio para todas las demás.

El relativismo cultural, sin embargo, evita el uso de términos como "superior" o "inferior", tratando en su lugar de entender cada civilización en los términos de su propia experiencia, intentando comprender cómo encajan sus hábitos, creencias e ideas en la experiencia de sus miembros y el papel que desempeñan en esa sociedad.

A través del relativismo cultural, la antropología y la diversidad cultural se encuentran, pudiendo esta última comprender cómo se manifiesta dentro de las distintas sociedades y entre ellas.

Algunos autores utilizan el término relativismo social para referirse a la relativización de los valores morales, los valores estéticos o las creencias entre distintas sociedades o entre distintos grupos pertenecientes a una misma sociedad.