Id

 Id

David Ball

En este artículo hablaremos de un interesante concepto vinculado a la mente y los comportamientos de los seres humanos, que es la id Ocupa un lugar importante en el pensamiento psicoanalítico, especialmente en la obra seminal desarrollada por el médico austriaco Sigmund Freud, padre del psicoanálisis.

Qué es el id

La palabra id tiene su origen en el pronombre latino del mismo nombre, que equivale aproximadamente a "esto". Junto con ego e superego El id es uno de los componentes del modelo tripartito de la personalidad humana creado por Freud.

El id, según Freud, corresponde a los instintos, los deseos y los impulsos. Los impulsos agresivos, el deseo sexual y las necesidades físicas son algunos de los componentes del id.

El id en psicoanálisis

Según Freud, el id es el único de los tres componentes de la personalidad que nace con el individuo y puede albergar impulsos contradictorios.

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Aunque su funcionamiento es inconsciente, el id proporciona energía para que la vida mental consciente pueda seguir desarrollándose. Puede manifestarse en lapsus lingüísticos, en el arte y en otros aspectos menos racionales de la existencia. La asociación libre de ideas y el análisis de los sueños son herramientas que pueden ser útiles para estudiar el id de una persona.

Aunque es objeto de críticas por parte de algunos psicoanalistas contemporáneos, que lo consideran simplista, el concepto freudiano de id sigue siendo útil para dirigir la atención hacia los instintos e impulsos que forman parte de la personalidad humana y contribuyen a dirigir sus comportamientos.

Diferencia entre ego, superego e id

A continuación veremos algunas diferencias entre los tres componentes que Freud identificó en la personalidad humana.

Como ya se ha dicho, el id, preocupado por la satisfacción inmediata de deseos e impulsos, ignora la realidad y surge antes que los demás componentes de la personalidad, que, a medida que la persona crece, se desarrollan, permitiendo una interacción más equilibrada con el mundo en general y con otras personas.

El ego, por ejemplo, surge para controlar las demandas del id nada realista con el fin de ajustarlas a la realidad y evitar que tengan consecuencias desastrosas para el individuo. Las acciones del ego permiten, por ejemplo, posponer la gratificación y buscar formas eficaces de alcanzar los objetivos.

El superego es el componente de la personalidad que contiene los valores y normas culturales que la persona ha asimilado e interiorizado e intenta dirigir al yo para que se ajuste a ellos. No nacemos con él, sino que lo desarrollamos a través de nuestra vida en sociedad y la interacción con figuras paternas como padres, profesores y otras figuras de autoridad.

Responsable de los conceptos de lo que está bien y lo que está mal en las personas, el superego incluye lo que solemos llamar la conciencia, que juzga el comportamiento y critica la desviación en la práctica de los valores interiorizados. Por sus características y función, suele oponerse a las exigencias del id.

Mientras que el id es completamente inconsciente, el ego y el superego son parcialmente conscientes y parcialmente inconscientes. El ego intenta conciliar las exigencias del id, las exigencias morales del superego y las restricciones impuestas por la realidad en la que está inserto el individuo.

Según el psicoanálisis, el conflicto entre los contenidos conscientes e inconscientes de la mente puede causar trastornos y problemas mentales, por ejemplo ansiedad y neurosis.

Es importante señalar que el id, el ego y el superego son partes de la personalidad, no del cerebro, y no tienen existencia física.

Origen de los nombres ego, superego e id

¿Conoces el origen de los nombres de los componentes de la personalidad? Ya hemos explicado que "id" es un pronombre latino, más o menos equivalente a nuestro "ello". "Ego" significa "yo" en latín. Aparece, por ejemplo, en el dicho "Et si omnes scandalizati fuerint in te, ego numquam scandalizabor" ("Aunque todos se escandalicen en ti, yo nunca me escandalizaré"), dicho por Pedro a Cristo en la Vulgata, la famosa traducción de laBiblia latina producida a finales del siglo IV.

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Los nombres ego, superego e id fueron acuñados por el psicoanalista británico James Beaumont Strachey, uno de los traductores de la obra de Freud al inglés. Strachey utilizó las formas latinas citadas para denominar los conceptos que Freud llamó, respectivamente, "das Ich", "das Über-Ich" y "das Es". Recordemos que en alemán, los sustantivos y la mayoría de las palabras sustantivadas tienen la primera letraescrito en mayúsculas.

"Das Ich" significa "el yo" en alemán. Famosa es la frase "Ich bin ein Berliner" ("Yo soy un berlinés"), que el presidente estadounidense John Kennedy pronunció en solidaridad con el pueblo de Berlín en un discurso al visitar la parte occidental de la capitalista ciudad alemana, separada de la oriental y socialista por el Muro de Berlín. "Das Über-Ich" sería algo así como "el yo superior".

"Das Es" sería algo así como "el esto", ya que "es" es el pronombre que se aplica en alemán a los sustantivos que aceptan el artículo neutro "das" ("er" y "sie" son los pronombres utilizados para los sustantivos que aceptan, respectivamente, el artículo masculino "der" y el artículo femenino "die"). Freud adoptó el apelativo "das Es" de la obra del médico alemán Georg Groddeck, aunque su definición difiere de la de Freud.Mientras que el primero veía el ego como una extensión del id, el segundo presentaba el id y el ego como sistemas distintos.

Conclusión

Aunque todas las personas, incluso las más sanas psicológicamente, tienen impulsos irracionales y motivaciones inconscientes en el id, es necesario que su acción esté equilibrada por la acción del ego y del superego, para que el individuo pueda interactuar satisfactoria y moralmente con su entorno y con las personas con las que convive.

El psicoanálisis, tras haber desarrollado herramientas como la asociación libre de ideas para comprender el contenido inconsciente de la mente y reconocer cuáles son las manifestaciones de los desacuerdos entre los distintos componentes de la personalidad, intenta ayudar al individuo a comprender y equilibrar las exigencias y necesidades de los distintos aspectos de su aparato mental.

David Ball

David Ball es un consumado escritor y pensador apasionado por explorar los reinos de la filosofía, la sociología y la psicología. Con una profunda curiosidad por las complejidades de la experiencia humana, David ha dedicado su vida a desentrañar las complejidades de la mente y su conexión con el lenguaje y la sociedad.David tiene un doctorado. en Filosofía de una prestigiosa universidad donde se centró en el existencialismo y la filosofía del lenguaje. Su viaje académico lo ha equipado con una comprensión profunda de la naturaleza humana, lo que le permite presentar ideas complejas de una manera clara y comprensible.A lo largo de su carrera, David ha escrito numerosos artículos y ensayos que invitan a la reflexión y profundizan en las profundidades de la filosofía, la sociología y la psicología. Su trabajo examina diversos temas como la conciencia, la identidad, las estructuras sociales, los valores culturales y los mecanismos que impulsan el comportamiento humano.Más allá de sus actividades académicas, David es venerado por su capacidad para tejer conexiones intrincadas entre estas disciplinas, brindando a los lectores una perspectiva holística sobre la dinámica de la condición humana. Su escritura integra brillantemente conceptos filosóficos con observaciones sociológicas y teorías psicológicas, invitando a los lectores a explorar las fuerzas subyacentes que dan forma a nuestros pensamientos, acciones e interacciones.Como autor del blog de resumen - Filosofía,Sociología y Psicología, David se compromete a fomentar el discurso intelectual y promover una comprensión más profunda de la intrincada interacción entre estos campos interconectados. Sus publicaciones ofrecen a los lectores la oportunidad de involucrarse con ideas que invitan a la reflexión, cuestionar suposiciones y expandir sus horizontes intelectuales.Con su elocuente estilo de escritura y profundas percepciones, David Ball es, sin duda, una guía bien informada en los ámbitos de la filosofía, la sociología y la psicología. Su blog tiene como objetivo inspirar a los lectores a embarcarse en sus propios viajes de introspección y examen crítico, lo que en última instancia conduce a una mejor comprensión de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.